Análisis crítico de la película El Abogado del Diablo


 Principios bioéticos y principios jurídicos, su relación

 Los principios bioéticos y principios jurídicos comparten valores fundamentales como la justicia, la autonomía, la beneficencia y la no maleficencia, aplicados en diferentes ámbitos.

 En la película, estos principios se ven reflejados en la forma en que el protagonista, Kevin Lomax, enfrenta sus casos. Aunque la bioética suele estar asociada a la medicina y la salud, también se aplica en el Derecho, ya que la toma de decisiones en los tribunales afecta la dignidad humana y el bienestar de las personas. 

La justicia, entendida como la garantía de un juicio imparcial, y la no maleficencia, que implica evitar decisiones que perjudiquen a otros, son valores clave en ambos ámbitos. Sin embargo, en el filme, los principios jurídicos entran en contradicción con la ética profesional. Lomax defiende a clientes culpables sin cuestionar la justicia de sus acciones, priorizando su éxito personal sobre la moralidad de sus casos. Esto muestra cómo el derecho puede usarse para legalizar la impunidad, en lugar de impartir verdadera justicia.

Ejemplo de la relación entre principios, competencias y habilidades El personaje principal demuestra habilidades clave para la abogacía, que lo convierten en un profesional exitoso Capacidad argumentativa: Persuade al jurado con discursos sólidos. Dominio del Derecho: Encuentra lagunas legales para ganar sus casos. Estrategia y táctica legal: Utiliza pruebas y testigos a su favor, incluso cuando sabe que su cliente es culpable. 

Sin embargo, su falta de ética profesional hace que su éxito entre en conflicto con la bioética y la justicia. Lomax no se cuestiona si está haciendo lo correcto, sino solo si puede ganar. En este sentido, la película muestra la importancia de que un abogado no solo tenga competencias técnicas, sino también principios éticos que guíen su ejercicio profesional. 

Dilemas éticos de la abogacía y su relación con principios éticos, bioéticos y jurídicos

La película presenta varios dilemas éticos que reflejan los conflictos entre el deber profesional y la moral. Algunos de ellos son:

Defender a un cliente culpable: Lomax defiende a un hombre acusado de abuso sexual sabiendo que es culpable, priorizando su éxito profesional sobre la justicia. ¿Debe un abogado defender a alguien que sabe que ha cometido un crimen?

Manipulación del sistema judicial: Utiliza estrategias legales para proteger a criminales. ¿Es ético aprovechar lagunas legales para absolver a alguien que ha cometido un delito? 

Corrupción moral y ambición profesional: Su deseo de éxito lo lleva a ceder ante el poder, representado por su jefe John Milton, quien encarna la corrupción dentro del sistema judicial. ¿Hasta qué punto el poder y el éxito justifican decisiones poco éticas? Estos dilemas reflejan la contradicción entre los principios éticos de la abogacía y el ejercicio del derecho sin valores morales. Un abogado puede conocer la ley y aplicarla correctamente, pero si no tiene un sentido de justicia y responsabilidad social, puede contribuir a la impunidad.

Situaciones y casos clave que defiende el abogado A lo largo de la película, Lomax se enfrenta a varios casos que ponen a prueba su ética y su relación con el sistema de justicia: 

 Defensa del empresario
Alexander Cullen: Acusado de asesinar a su esposa e hijastro, Lomax lo defiende a pesar de las pruebas en su contra. Caso del maestro de escuela acusado de abuso: Sabe que su cliente es culpable, pero lo absuelve manipulando el testimonio de una testigo. Estos casos demuestran que el Derecho, sin una base ética, puede ser usado como un arma para proteger a los poderosos y perjudicar a los vulnerables. Métodos y estrategias que utiliza el abogado Lomax utiliza diversas estrategias para ganar sus casos, muchas de ellas éticamente cuestionables: 

Uso de la retórica persuasiva: Convencer al jurado a través de discursos cuidadosamente construidos. 

Búsqueda de lagunas legales: Encontrar vacíos en la ley para proteger a sus clientes. Manipulación psicológica de testigos: 

Desacredita a quienes testifican en contra de sus clientes, incluso cuando dicen la verdad. Si bien estas técnicas son parte del ejercicio del derecho, su uso sin principios éticos puede pervertir la justicia, haciendo que el sistema favorezca a los criminales en lugar de proteger a las víctimas. 

Aspectos morales en la defensa de los clientes y la aplicación de la justicia 

La película evidencia la diferencia entre legalidad y moralidad. Aunque Lomax cumple con su deber como abogado desde un punto de vista legal, sus decisiones carecen de justicia real. Su jefe, John Milton, representa el abuso del sistema judicial en favor del poder y la impunidad. 

 Al final de la película, se plantea una reflexión sobre cómo el éxito profesional no debe estar por encima de la ética, ya que las decisiones inmorales terminan teniendo consecuencias personales y sociales. 

Conclusión

El Abogado del Diablo es una crítica profunda al sistema legal y a cómo el derecho puede ser manipulado para proteger a los poderosos, en lugar de impartir verdadera justicia. La película nos deja una clara enseñanza sobre la importancia de la ética en el ejercicio de la abogacía: no basta con conocer la ley y tener habilidades jurídicas, es fundamental contar con principios sólidos que guíen la práctica profesional y eviten caer en la corrupción, la manipulación y la ambición desmedida. En el desenlace del filme, se revela que el diablo es, en realidad, el padre de Kevin Lomax, quien ha estado manipulándolo desde el inicio y creando las condiciones para que actúe de manera no ética. Esta revelación simboliza cómo las influencias externas y la ambición pueden llevar a un abogado a perder el rumbo moral en su carrera. En un acto desesperado, Lomax decide quitarse la vida, pero sorpresivamente recibe una segunda oportunidad, regresando al punto de inicio de su historia. Sin embargo, en la vida real no existen segundas oportunidades para actuar con ética. Cada decisión que se toma en el ejercicio del derecho tiene consecuencias irreversibles en la vida de las personas y en la sociedad. Por ello, es crucial que los abogados actúen con integridad desde el principio, asegurando que su labor no solo se apegue a la legalidad, sino que también contribuya a la justicia y el bienestar colectivo.

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